Alejandrina Fernández Pineda, una joven mujer de 30 años, fue encontrada sin vida en una morgue de Tijuana, México, tras ser reportada como desaparecida desde el 27 de octubre.
Ese día, Alejandrina comunicó a sus familiares que se encontraba lista para cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. Desde entonces, el silencio absoluto dejó a su familia en una angustiosa incertidumbre.
El cuerpo de Alejandrina había permanecido durante un mes en la morgue, identificado como desconocido, mientras su familia buscaba desesperadamente respuestas.
Ella había dejado su país natal hace seis meses con el sueño de mejorar su vida, estableciéndose temporalmente en México antes de intentar cruzar hacia territorio estadounidense.
Actualmente, sus seres queridos enfrentan el doloroso proceso de viajar a México para identificar oficialmente su cuerpo y gestionar su repatriación a Nicaragua.