
PRINCE GEORGES’S, MD – El miércoles 27 de agosto, la rutina de un hombre trabajador y humilde se apagó de forma trágica en las calles de Maryland.
Julio Bonilla, salvadoreño de 55 años y residente de Beltsville, perdió la vida cuando fue atropellado por un vehículo en la intersección de la Route 1 y Montgomery Road en Prince George’s County.
Eran las 5:44 de la mañana cuando la policía estatal de Maryland recibió la llamada de emergencia. Al llegar, encontraron a Julio tendido en el pavimento, ya sin signos vitales. El conductor de una camioneta Toyota RAV4 había impactado contra él. Aunque el chofer no resultó herido, la vida de Julio se apagó en cuestión de segundos.
Para muchos, otro accidente más en las estadísticas. Pero para su familia, amigos y comunidad, la pérdida de Julio es un golpe irreparable. Detrás de esa noticia hay una historia de sacrificio, esperanza y trabajo incansable, como la de tantos migrantes que llegan a Estados Unidos en busca de un futuro mejor.
Julio emigró desde La Unión, El Salvador, en 2008. Dejó atrás a su tierra natal con el sueño de construir una vida más digna y segura. Con esfuerzo y perseverancia logró establecerse en Maryland, donde trabajaba en un restaurante de comida rápida de la cadena McDonald’s.
Su familia lo describe como un hombre noble, alegre y siempre dispuesto a tender una mano a quien lo necesitara.
La policía aún investiga las causas exactas del accidente. No se sabe si el conductor enfrentará cargos. Mientras tanto, la familia de Julio enfrenta el dolor de su ausencia y el desafío económico de cubrir los gastos funerarios.