WHEATON, MD – La comunidad de músicos y amigos de la farándula del DMV y El Salvador, está de luto tras el repentino fallecimiento de Luis Ángel Quintanilla Portillo, un destacado trompetista salvadoreño que marcó la escena musical con su talento y dedicación.
Luis Ángel, originario de Chinameca, El Salvador, se fue dejando una huella imborrable en cada nota que interpretaba y en cada escenario que pisaba, donde formó parte de agrupaciones como “Marito Rivera y su grupo Bravo”.
Actualmente, compartía su pasión y arte hasta junto a los mariachis Son de América, y Cañas y su Mariachi.
Era el menor de diez hermanos, y su familia en Ohio y en El Salvador lo recuerda como un hombre de espíritu noble y generoso.
Para sus compañeros de trabajo y amigos, era el “maestro Luis Quintanilla”, alguien que, además de ser un virtuoso en la trompeta, destacaba por su calidez y espíritu amigable.
Pese a vivir solo en Wheaton, Maryland, en los últimos años, Luis encontraba familia en cada colega y amigo que se cruzaba en su vida, cultivando relaciones de amistad y respeto.
La última vez que lo vieron con vida fue el martes 29 de octubre a las 5:00 p.m., cuando se despidió de sus compañeros de residencia para descansar un momento. Al no recibir respuesta más tarde esa noche, entraron a su habitación y lo hallaron sin vida, tendido en su cama.
Aunque los equipos de emergencia llegaron rápidamente, ya no pudieron hacer nada para salvarlo. Su fallecimiento ha dejado un vacío profundo entre quienes compartieron escenarios, sueños y risas con él.
Los resultados de la autopsia aún están pendientes, así como los planes de repatriación a la tierra que lo vió nacer y crecer.
Luis Ángel Quintanilla Portillo, siempre recordado como uno de los grandes trompetistas de El Salvador, será despedido con el respeto y el amor que él siempre entregó a sus seres queridos y al arte que le dio sentido a su vida. Su legado de música y cariño seguirá sonando en cada acorde y en cada corazón.